Promotoras/es Comunitarias/os Contra la Violencia
Desde 2016, Yachay Chhalaku ha contribuido en el fortalecimiento de habilidades y competencias orientadas al empoderamiento de 30 mujeres (4 varones), que hoy se constituyen como la Red de Promotoras, Promotores Comunitarias de Lucha Contra la Violencia. El proceso de empoderamiento fue desarrollado en tres ámbitos clave: en el intrapersonal para la toma de decisiones que le ayude a mejorar o a revertir su realidad; en la interacción, para el reconocimiento de su entorno sociopolítico, cultural y económico donde analiza las opciones para actuar, y finalmente, en el de acción para promocionar, sensibilizar e incidir con los tomadores de decisiones, en procura del ejercicio del derecho a una vida libre de violencia en el hogar, en la comunidad (barrio, OTB y junta vecinal) y en la sociedad.
Actualmente las Promotoras/es trabajan en acciones estratégicas para mitigar los casos de violencia en el municipio de Sacaba. Con ese objetivo han establecido 3 áreas de acción:
- Identificación de casos de violencia en su entorno inmediato (cercano), barrios, OTBs y juntas vecinales para la designación a los servicios correspondientes:
- Servicio Legal Integral Municipal (SLIM),
- Defensoría de la niñez y Adolescencia,
- Unidad Municipal de Apoyo a Personas con Discapacidad (UMADIS) y
- Unidad del Adulto mayor.
- Recepción de casos en el SLIM y asesoría.
- Réplicas en los barrios, sindicatos y unidades educativas, donde se arman mesas informativas para extender información de la Ley 348, tipos de violencia y medidas preventivas.
El trabajo de las Promotoras/es a lo largo de los 7 años de interacción en el municipio, ha marcado la vida de las protagonistas, quienes en algún momento han sufrido algún tipo de violencia o lo han vivido de manera cercana. Los testimonios y las historias detrás de cada una de ellas, confirma lo arraigada que permanece la violencia en las diferentes estructuras de la sociedad, dejando desafíos para atender como las amenazas de los familiares de las víctimas a quienes acompañan, sentimiento de impotencia cuando atienden a una víctima en el SLIM, dado que son las primeras en tener el contacto directo cuando se acercan a denunciar; además de los barreras legales y de la reversión de la forma de comunicarnos y de interrelacionarnos con el par para acabar con la violencia.
Dada las lecciones exitosas con las Promotoras/es, se ha iniciado una segunda etapa de capacitación, con el Fondo PISCCA, para nuevas 15 líderes de la que están participando mujeres jóvenes y al menos dos varones.